Cuento Michoacano

Dimitrino en el Monasterio

Gerardo Gonzalez

Isaac Duarte Lopez

José Emmanuel Dávila

  

En el  magnífico y verde estado de Michoacán, rico estado en belleza natural y cultural, alguna vez existió un pequeño niño llamado Dimitrino West Coast, el cual era un pequeño niño alegre que le gustaba hacer cosas de niños como salir a jugar al pequeño parque que había dentro del fraccionamiento  el cual se llamaba “El Monasterio” por ello el nombre del cuento.

En este pequeño parque se podría encontrar una pequeña cancha de fútbol, donde jugaban los niños todos los días, un pequeño lago que atravesaba desde este parque por todo el fraccionamiento pero sobre todo había algo muy especial.

Un pequeño objeto que lograba agudizar los sentido del cuerpo, un objeto que le hacía experimentar sensaciones inigualables que solo algunos pocos podían sentir, desarrollar tu sexto sentido y ver un plano no visible a los ojos del dia a dia…

Bueno pues esto era unos pequeños hongos, unos hongos que no tenían un color definido ya que se decía entre los pequeños habitantes que dependiendo del humor de los duendes habitantes de la zona el hongo cambiaría de tonalidad.

Las lenguas antiguas  y los escritos resguardados desde hace siglos en el monasterio dicen contar con el origen de estos pequeños seres vivientes, al leer los registros coloniales se redacta que alguna vez los duendes y los gigantes, forma en que los duendes llamaban a los humanos, vivieron en paz y armonía esto debido a que los gigantes ayudaron en las feroces y sangrientas guerras que se libraban por territoria entre los verdes y los azules, dos tipos de razas míticas en la cual los verdes triunfaron.

Pero la relación sufrió de una ruptura en el año de 1774 esto ya que los gigantes empezaron a raptar y vender a los verdes para fines de trabajo laborar, los cuales sufrían de explotación  y eran exportados como productos sin respeto y sin dignidad alguna.

Desde ese entonces los verdes dejaron de confiar con los gigantes y decidieron no volver a mostrarse nunca, como ley para prevenir su desaparición y obtener prosperina para su civilización.

No se supo nada más de esto verdes hasta el dia en que...